viernes, 4 de abril de 2008

DOMINANDO EL INSTINTO DE SUPERVIVENCIA III


El sentido corporal, como los animales salvajes

Si tienes que pensar, no te puedes proteger. Necesitas el instinto de los animales salvajes, los instintos que les hacen moverse en el momento que sienten peligro. El Maestro Takamatsu describía esta habilidad como “poder natural”, o “el sentido corporal”. Existen muchas explicaciones que incluyen palabras como “técnica invisible” o “movimiento oculto”. No puedes lograr esto a menos que poseas “sentido corporal”. Por lo tanto incluso si lees libros, observas imágenes y analizas cada técnica utilizando este principio, nunca comprenderás el Budo real. Un punto importante, es que mucha gente que se denominan así mismos ”Maestro de Artes Marciales” tienden a olvidar que el éxito no tiene nada que ver con la cantidad de Waza que sepas.

Muchos libros y pergaminos se escribieron de forma que incluso si fuesen robados nadie podía decir exactamente lo que estaba escrito. Por lo tanto, si tuvieses esos libros y pergaminos, nunca podrías dominar el Budo.

Al ser esta una época de paz, puedes vivir cómodamente. Pero, si vivieses en el pasado, podías morir en cualquier momento. El Budo no solo consiste en técnicas. Tienes que autoprotegerte en la vida cotidiana. El Maestro Takamatsu siempre quería enseñarme eso. A continuación ilustraré esto con una historia.

Cuando visitaba a mi Maestro, su esposa siempre me servia té. Este era siempre de una clase diferente. Una vez, de repente, mi maestro me preguntó, “¿Qué tipo de té acabas de beber?”. Como no podía contestar me regañó y dijo, “¿Qué harías si hubiese sido veneno?”. También, una de las veces que me quedé en su casa y me levanté por la mañana, me preguntó que cuantas veces había pasado delante de mí por la noche. La verdad era que como estaba profundamente dormido, me podía haber matado. Era un entrenamiento muy duro. Un día me ordenó meditar solo en una habitación. Al poco tiempo, sentí algo a mi espalda, y me moví rápido. Sentí algo cortante. Me pareció que era una espada, pero no me atemoricé. Mas tarde, lo volví a sentir, y rodé hacia delante. El Maestro me dijo que abriese los ojos. Cuando miré el estaba de pie con una espada real, sonriendo. Me dijo, “tu instinto esta mejorando”. Y aunque no atrapé la espada, por lo menos tuve el sentimiento del Budo de que estaba siendo atacado. A través de este entrenamiento, recibí la licencia de nueve escuelas marciales tradicionales, entre las que se encontraba Togakure Ryu Ninpo. Cuando el Maestro falleció en 1972, combiné estas escuelas y las dí a conocer a la gente como fundador de Bujinkan Dojo.


Por Masaaki Hatsumi
Extracto del libro “Ninja Submission”

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