martes, 30 de diciembre de 2008

DOKKÔDÔ


Dokkōdō significa: “El camino que debe seguirse sólo” ó “El camino de la soledad“. Es éste el último escrito de Miyamoto Musashi antes de su muerte y no el Go Rin No Sho como comúnmente se cree. Un escrito en el que Musashi escribe a su discípulo Terao Magonojo, los métodos que se debe adoptar para vivir una vida como la que él vivió, una vida marcada y sólo dedicada al camino de la espada.


El escrito consta de 21 preceptos cortos, que son muy difíciles de traducir, con sus consecuentes varias versiones. La siguiente traducción es del Prof. Giichiro Ikeda, que apareció publicada en “Japanese Sword Society/ US Newsletter” en el año de 1965.


La Vía que recorro por mí mismo


1.- Jamás actuaré contrariamente a la moral tradicional.

2.- No tengo parcialidad por nadie ni nada

3.- Nunca intentaré aprovechar ningún momento de facilidad

4.- Pienso poco en mí mismo, pero mucho en la colectividad

5.- Estoy libre de codicia a través de mi vida

6.- Nunca lamento lo que he hecho

7.- De ningún modo envidio a otros por su buena suerte, o me quejo de la mía si es mala.

8.- Nunca me aflijo por la separación de alguien o de algo, en ningún momento.

9.- Nunca reprocho nada a mí mismo o a otros; nunca me quejo sobre mí mismo o sobre los demás

10.- Nunca sueño en sucumbir bajo el enamoramiento (o apasionamiento) por una mujer

11.- Gustos y aversiones, no tengo ninguno.

12.- Sea como fuere el lugar donde vivo, jamás tendré ninguna objeción en su contra

13.- Nunca deseo comida refinada para mí.

14.- Nunca tengo objetos antiguos ni curiosos bajo mi posesión

15.- Jamás realizo purificaciones o abstinencias supersticiosas para protegerme contra las malas influencias

16.- No tengo gusto por implementos de ninguna clase, exceptuando espadas y otras armas

17.- Jamás resentiré de mi vida encausada hacia la rectitud

18.- En absoluto deseo tener ninguna posesión que me otorgue comodidad en mi vejez

19.- Venero a Dioses y Buddhas, pero nunca pienso depender en ellos

20.- Más pronto prefiero dar mi vida que deshonrar mi buen nombre

21.- Nunca, ni por un momento, ni en cuerpo ni alma, me apartaré de la Vía del Sable


A los 12 días del quinto mes, en el segundo año de Shoho (12 de Mayo de 1645), Shimmen Miyamoto Musashi no kami Fujiwara no Genshin

GO RIN NO SHO


Este libro, escrito por Miyamoto Mushashi, es mucho más que un código samurai, mucho más que un texto sobre las condiciones culturales del Japón de los guerreros, mucho más que una serie de retratos sobre la vida de un ronin o un conjunto de saberes relacionados con la ciencia de las artes marciales."El libro de los cinco anillos" es una profunda reflexión sobre la estrategia como modo de aprehender la vida en todos sus sentidos. Conocer a nuestros enemigos y a nuestros aliados, pero sobre todo conocer nuestras propias fortalezas y debilidades.Eminentemente práctico, este código es una oportunidad para pensar en cualquier situación en la cual sea menester usar la estrategia. Razón por la cual, hasta en el mundo de los negocios se consulta este libro como fuente o manual de gestión empresarial.

MIYAMOTO MUSHASHI


Miyamoto Musashi (宮本 武蔵) (1584? - 19 de mayo de 1645), fue un guerrero famoso del Japón feudal. También es conocido en Occidente como Musashi Miyamoto (en japonés el nombre de familia se antepone al nombre de pila, por lo tanto el nombre original es Miyamoto Musashi). Su nombre completo es Shinmen Musashi no Kami Fujiwara no Genshin (”No Kami” es un título nobiliario, mientras que “Fujiwara” es el nombre de una importante familia noble de aquella época). Es autor del reconocido tratado sobre artes marciales titulado: “El libro de los cinco anillos” (Go-rin no sho).


Probablemente nació en 1584, en la población de Miyamoto, provincia de Mimasaka. Los ancestros de Musashi eran una rama del poderoso clan Harima, originario de la provincia de Kyushu, la isla más meridional de Japón. Su abuelo, Hirada Shokan, era un servidor de Shinmen Iga No Kami Sudeshige, amo del castillo de Takeyama y un importante señor feudal de la época.


Cuando Musashi tenía siete años de edad, su padre, Munisai, murió o desapareció (no se sabe exactamente). Ya que su madre había fallecido tiempo atrás, el chico fue puesto bajo la tutela de un sacerdote, tío materno suyo. Con esto, encontramos a Musashi como huérfano durante la época de las campañas de unificación del país del Taiko Hideyoshi. Hijo de samurái, durante una de las épocas más violentas de la historia de Japón, los escritos le describen como un joven de carácter tumultuoso, con gran fuerza de voluntad, y físicamente muy desarrollado para su edad. Su tío insistió en que estudiase las artes del guerrero, y esto, unido a su desarrollo físico y su carácter violento, hizo que pronto se viese involucrado en combates. Se guarda registro de una lucha en la cual derrotó y mató a un guerrero adulto, teniendo tan solo trece años de edad. Su oponente era Arima Kigei, un experto samurái de la escuela de artes marciales Shinto. Musashi le lanzó a tierra y acabó con él golpeándole la cabeza con un palo cuando intentaba levantarse.


El siguiente combate serio acerca del que se tiene constancia, ocurrió cuando Musashi tenía 16 años, y en el cual derrotó a Tadashima Akiyama. En la misma época, abandonó su casa para comenzar un peregrinaje en el cual perfeccionó sus habilidades a través de numerosos combates, tanto en luchas individuales como en batallas. Finalmente se asentó cuando tenía 50 años, ya que consideró haber aprendido todo lo que podía aprender a base de vagabundear. En ese periodo de la historia de Japón hubo muchos guerreros embarcados en peregrinajes similares, algunos en solitario, como Musashi; otros bajo el patrocinio de alguna escuela de lucha o algún señor feudal.


Durante todo este periodo de su vida, Musashi se mantuvo relativamente aparte de la sociedad, dedicándose exclusivamente a la búsqueda de iluminación a través del Camino de la Espada. Dedicado solamente a perfeccionar sus habilidades, vivió de una forma bastante precaria, vagabundeando por el país y durmiendo al raso en lo más frío del invierno, sin preocuparse de su aspecto físico, ni tomar esposa, ni dedicarse a ninguna profesión, aparte de su propio estudio.


En la batalla de Sekigahara, en la cual Ieyasu sucedió a Hideyoshi como máximo dirigente del Japón, Musashi estaba entre las filas del ejército Ashikaga y contra Ieyasu. Es decir, estuvo en el bando perdedor. Sobrevivió no solo a los tres días que duró la batalla, en los cuales murieron alrededor de 70.000 guerreros, sino también a la siguiente caza y masacre de los supervivientes del ejército derrotado.


Depues de Sekigahara, decidió partir en Musha Shugyo, una jornada de auto-perfeccionamiento, en que los samuráis viajaban de ciudad en ciudad, buscando oponentes fuertes para probar sus habilidades.


El Musha Shugyo de Musashi lo llevó a tener más de 60 combates entre los 17 y 30 años, nunca siendo derrotado. Estas disputas casi siempre se coronaban con la muerte del rival. Actitudes como ésta, para nuestros ojos occidentales pueden parecer crueles, pero, para aquel grupo de nobles integrantes de la clase más bastada, la muerte se encaraba con naturalidad. De hecho, a los samuráis se les presentaba las artes militares, para que se transformaran en buenos estrategas, valientes y aptos para tomar decisiones extremas rápidamente. En guerras y disputas, su actitud era serena, aún frente a la muerte. Aquél que encontraba la iluminación por medio del Kenjutsu, desarrollaba una decisión precisa de la realidad, premiada con una conducta digna y honesta. Musashi fue un maestro en el Camino de la Espada. Buscó la perfección en el arte de la espada, hasta que su fama alcanzó las principales cortes de Japón.


A los 30 años, después de vencer a Sasaki Kojiro, considerado uno de los más hábiles samuráis de la época, Musashi pasó por una gran mudanza espiritual. Conforme escribió, años más tarde en su obra más famosa, el Libro de Los Cinco Anillos, Musashi sentía que venció estos duelos no por haber dominado la estrategia, sino que por ser más fuerte, preparado o simplemente por suerte. Pasa, entonces, a buscar el significado más profundo del Camino de la Espada, que lo lleva a entrar en contacto con otras formas de arte, como escultura, pintura, caligrafía y también meditación Zen.


Fue con 50 años que finalmente Musashi alcanzó su objetivo de comprender los principios del camino, conforme escribió en la introducción del Libro de Los Cinco Anillos. Cerca de esta época estableció su estilo, el Niten Ichi Ryu.


En el último período de su vida, Musashi se hizo vasallo del clan Hosokawa, viviendo en el castillo Kunamoto. Dos años antes de morir, Musashi se aisló en la caverna Reigando. Allí escribió el Go Rin No Sho, el Libro De las Cinco Anillos o Esferas, dónde compiló sus conocimientos en las artes de la espada y de la estrategia. Esta obra es hoy usada por ejecutivos de grandes empresas de Japón para trazar estrategias de mercado y ética de los negocios.


Mitos


* Se ha dicho que Musashi solo usaba una Wakizashi y una Katana. Esto no es correcto, ya que la mayoría del tiempo Musashi utilizaba espadas de madera, ya que por la habilidad que tenia, no necesitaba de un borde cortante.


* Leyendas dicen que Musashi nunca se bañaba, por miedo a ser atrapado sin sus espadas. Esto es muy poco probable ya que Musashi era frecuentemente invitado a dojos de maestros famosos y casas de nobles.


* Se ha dicho que Musashi creo el estilo de las 2 espadas, tras ver un duelo europeo en el área de Nagasaki. En esa época, los duelos europeos empleaban una espada larga y una corta, como Musashi lo hacía.


Leyendas


* Según cuentan las historias, un buen día entró un vagabundo con dos espadas, de una gran calidad, en una taberna pidiendo comida, el sujeto apestaba y alrededor suyo revoloteaban tres moscas atraidas por el mal olor que impregnaba toda aquella persona. Al verlo sentado en una mesa, comiendo, dos habitantes del pueblo, empezaron a hablar sobre aquel personaje, preguntándose a quien habría robado aquellos aceros, a tacharlo de ladrón y de pordiosero, cuando en un momento dado y sin mediar palabra, el vagabundo alzó sus palillos en tres suaves y ágiles movimientos, haciendo caer a las tres moscas sobre la mesa, después de haberlas atrapado con los mismos, los pueblerinos huyeron de la taberna despavorida, pues ese era Miyamoto Musashi.
 
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